Cuando Greg Zubiak pasaba por el bosque para preparase y cazar alces, no esperaba encontrar este pequeño paquete de alegría. Ese día, Zubiak no encontró ningún alce; en cambio, encontró una caja con 20 cachorros abandonados. Al cabo de unos minutos, Zubiak notó que los perros tenían frío, sin pensarlo 2 veces se quitó la ropa de caza y cubrió la caja para darles calor.