Los perros de trineo protegen a sus amos a toda costa contra los peligros que se puedan encontrar en su camino.
Este perro de trineo saltó al rescate de Albert Panizza cuando un oso polar se le estaba acercando en un campamento abandonado en las afueras de Manitoba, Canadá.
El oso polar empezó acercándose poco a poco.
El perro no tenía miedo, en ese instante saltó para proteger a su dueño.
El oso polar, por suerte, no quiso pelear. Sólo estaba caminando por la zona.
Después de ver al perro y a sus dientes, el oso estaba menos interesado en pelear (sin duda)…
… Y se le notaba algo temeroso.
Esto hizo que el oso se retirara inmediatamente.
Nuestro «atacante» sólo deseaba hacer un amigo. Pero esto no era lo que quería el perro.
Al parecer decidió tomar una siesta, esperando a que el perro cambie de parecer.
No era necesario tanta agresividad de parte del perro, pero él sólo cuidaba a su dueño. Para algunos sería muy confortante tener un perro como éste.